Con la llegada del verano, nuestro centro de día se ha llenado de planes, sonrisas y momentos para disfrutar juntos. Hemos empezado incorporando salidas a la piscina, una forma divertida y refrescante de trabajar la autonomía, la confianza y el disfrute del ocio en un entorno diferente.
Uno de los momentos más especiales fue nuestro viaje de fin de curso de dos días a la playa de Los Alcázares. Allí compartimos una experiencia única alojándonos en un albergue, fomentando la convivencia y la independencia. El mar nos ofreció nuevas aventuras con actividades acuáticas como vela y surf, siempre adaptadas para que cada persona pudiera participar y disfrutar a su ritmo.
También hubo espacio para la calma y la creatividad: tardes de pintura, momentos de relax y noche de pelis.
Cada actividad ha sido una oportunidad para aprender, fortalecer vínculos y crear recuerdos que nos acompañarán mucho tiempo
Porque el verano también es crecer, compartir y disfrutar juntos.






